Selección de cinco minerales ideales para el embarazo, la fertilidad y la maternidad, ya que coinciden y se complementan en sus propiedades. Además cada mineral tiene sus beneficios independientes:
 
Piedra de luna: La piedra de luna es una piedra de luz,  es un mineral que está relacionado como su nombre indica con los ciclos de la luna y con la feminidad, aportando y ayudando en todos los ciclos vitales de la mujer, menstruación, embarazo, parto, lactancia... En el caso del hombre ayuda a ponerse en contacto con su lado femenino, la intuición, la compresion, el amor... Es una piedra que equilibra las hormonas, aporta ilusión, éxito en el plano emocional y sentimental.
 
Cuarzo rosa: El cuarzo rosa es considerada principalmente la piedra del amor incondicional, unión, energía positiva y paz infinita. Se dice que es favorable para abrir tu corazón y encontrar así la verdadera esencia del amor. También se utiliza para atraer el amor, la fertilidad, para quererse a uno mismo y para fortalecer los vínculos amorosos entre la familia y la pareja. Reemplaza la energía negativa por vibraciones amorosas.
 
Labradorita: La labradorita es considerada una piedra de luz, es un amuleto utilizado para aportar fuerza, perseverancia y autoestima, para no rendirse ante las adversidades. También es utilizada para potenciar la intuición y los dones psíquicos, incluyendo el arte de saber elegir el "momento justo", energetiza la imaginación, haciendo que surjan buenas ideas.

Unakita: La unakita es una piedra de visión que se utiliza para dar respuestas, se usa para la adivinación y para ver las cosas con claridad, ayudando en la toma de decisiones. Equilibra las emociones, asienta las energías cuando es necesario, aporta una energía calmada, delicada y luz en los momentos de bloqueo. Es una piedra recomendada para después de la meditación. Tradicionalmente se utilizaba para la recuperación de enfermedades, ademas se dice que es buena para un embarazo sano.

Ágata: Las ágatas son piedras que se usan para asentar las energías y aportan equilibrio físico, emocional e intelectual. Ayudan a centrar y estabilizar las energías. Tradicionalmente se utilizan para armonizar el yin y el yang, las fuerzas positivas y negativas que mantienen el universo en su lugar. Son minerales calmantes y aliviantes pero que aportan fuerza interior.